PRIMERA ANTÍFONA
- Oh Dios, Dios mío, escúchame; ¿Por qué me has desamparado?
- *Por las intercesiones de la Madre de Dios, Oh Salvador, salvanos (Repetido en cada verso
- – Las palabras de mis transgresiones están lejos de mi salvación.*
- – Dios mío, clamaré de día, pero no me escucharás.*
- – Pero tú habitas entre los santos, oh alabanza de Israel.*
- – Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén*
SEGUNDA ANTÍFONA
- – Oh Dios, ¿por qué nos has rechazado hasta el final?
- *Sálvanos, oh Hijo de Dios, que fuiste crucificado en la carne, a nosotros que te cantamos, Aleluya.
- – Recuerda tu congregación que adquiriste desde el principio.*
- – Este monte Sion, donde acampaste.*
- – Dios es nuestro Rey antes de los siglos; Obró la salvación en medio de la tierra.*
- – Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
y seguidamente el himno de la ortodoxia…
- TERCERA ANTÍFONA
- – El Señor reina; que se enojen los pueblos.
- Salva oh Señor a Tu pueblo y bendice a tu heredad, concede a tu iglesia, la victoria sobre tus enemigos y salva, oh a Tu pueblo con tu Santa Cruz.
- – El Señor es grande en Sión, y Él es exaltado.*
- Que den gracias a Tu gran nombre.*
TROPARIO FIESTA CRUZ
Salva oh Señor a Tu pueblo y bendice a tu heredad, concede a tu iglesia, la victoria sobre tus enemigos y salva, oh a Tu pueblo con tu Santa Cruz.
KONTAKION FIESTA CRUZ
Oh Tú que, por Tu propia Voluntad, fuiste levantado sobre la Cruz, concede Tu Compasión a Tu pueblo nuevo, llamado por Tu Nombre, Oh Cristo Dios. Alegra Con Tu Poder a nuestros files gobernantes, dándoles victoria sobre sus enemigos; Que les sea Tu Cruz una arma de paz y una victoria invencible.
TRISAGIO
- Ante Tu Cruz nos postramos, oh Señor, y Tu Santa Resurrección glorificamos Señor. (X3)
- Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén…
- y Tu Santa Resurrección glorificamos Señor.
ALELUYA
Recuerda tu congregación que adquiriste desde el principio
ALELUYA
Dios es nuestro Rey antes de los siglos; Obró la salvación en medio de la tierra. ALELUYA
MEGALINARION
Theotokos, tú eres el Paraíso místico, * porque sin labranza has florecido a Cristo, * por quien en la tierra la Cruz, como árbol que da vida, ha sido plantada y regada. * Como ahora es exaltado, * lo adoramos y lo adoramos y te engrandecemos.
DESPEDIDA
Aquel que resucitó de entre los muertos, Cristo nuestro verdadero Dios, por intercesión de su Santísima Madre, purísima e inmaculada, el poder de la Cruz preciosa y vivificante, cuya Elevación universal celebramos; la protección de los honorables e incorpóreos poderes del cielo, las súplicas del honorable y glorioso profeta y precursor Juan el Bautista, de los santos, gloriosos y loables apóstoles, de los santos, gloriosos y triunfantes mártires, de nuestro justo y Dios -padres portadores, (santo patrón local); de los santos y justos antepasados de Dios Joaquín y Ana, y de todos los santos, ten piedad de nosotros y sálvanos, porque Él es bueno y misericordioso y ama a la humanidad.
PROKIMENON
Exaltad al Señor nuestro Dios, y postraos ante el estrado de sus pies; porque Él es santo.
El Señor reina; que se enojen los pueblos; el Señor se sienta sobre los querubines; que la tierra se estremezca.
Lectura de la primera Epístola de San Pablo a los Corintios1:18-24
«Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan – para nosotros – es fuerza de Dios. Porque dice la Escritura: Destruiré la sabiduría de los sabios, e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el docto? ¿Dónde el sofista de este mundo? ¿Acaso no entondeció Dios la sabiduría del mundo? De hecho, como el mundo mediante su propia sabiduría no conoció a Dios en su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la necedad de la predicación. Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios.»
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 19: 6-11ª, 13-20, 25-28ª; 30-35ª
«Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron: «¡Crucifícalo, crucifícalo!» Les dice Pilato: «Tomadlo vosotros y crucificadle, porque yo ningún delito encuentro en él.» Los judíos le replicaron: «Nosotros tenemos una Ley y según esa Ley debe morir, porque se tiene por Hijo de Dios.» Cuando oyó Pilato estas palabras, se atemorizó aún más. Volvió a entrar en el pretorio y dijo a Jesús: «¿De dónde eres tú?» Pero Jesús no le dio respuesta. Dícele Pilato: «¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo poder para soltarte y poder para crucificarte?» Respondió Jesús: «No tendrías contra mí ningún poder, si no se te hubiera dado de arriba; por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado.»»
«Al oír Pilato estas palabras, hizo salir a Jesús y se sentó en el tribunal, en el lugar llamado Enlosado, en hebreo Gabbatá. Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia la hora sexta. Dice Pilato a los judíos: «Aquí tenéis a vuestro Rey.» Ellos gritaron: «¡Fuera, fuera! ¡Crucifícale!» Les dice Pilato: «¿A vuestro Rey voy a crucificar?» Replicaron los sumos sacerdotes: «No tenemos más rey que el César.» Entonces se lo entregó para que fuera crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota, y allí le crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. Pilato redactó también una inscripción y la puso sobre la cruz. Lo escrito era: «Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos.» Esta inscripción la leyeron muchos judíos, porque el lugar donde había sido crucificado Jesús estaba cerca de la ciudad; y estaba escrita en hebreo, latín y griego.»
«Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dice: «Tengo sed.»»
» Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: «Todo está cumplido.» E inclinando la cabeza entregó el espíritu. Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado – porque aquel sábado era muy solemne – rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis.»
