
Existen varias maneras (o ritos) para unirse a la Iglesia Ortodoxa: a través de los sacramentos del bautismo, la unción con crisma y la confesión. Aquí explicamos las diferencias.
1- CONFESIÓN Quien desee convertirse al cristianismo ortodoxo debe confesarse y renunciar a los errores de su fe anterior. Después de recitar el Credo, se pronuncia una oración especial de absolución. Luego, se lleva a cabo el rito de la unción con crisma, que se realiza para quienes no han pasado por este sacramento antes (el sacerdote aplica aceite consagrado, el crisma, en la frente, ojos, fosas nasales, labios, oídos, pecho, manos y pies), y el nuevo converso comulga (recibe el pan y el vino, como el Cuerpo y la Sangre de Cristo).
A través del rito de la confesión, se unen a la fe ortodoxa personas que pertenecen a la Iglesia Católica Romana y a las iglesias no calcedonianas: la Iglesia Apostólica Armenia, la de Etiopía, la Copta, entre otras. Es decir, a aquellas confesiones que conservan la sucesión apostólica y aceptan los sacramentos del bautismo y la unción con crisma, y que han pasado por el rito de la confirmación. Estas personas deben confesarse y renunciar a los errores de su fe anterior. Luego, se pronuncia una oración de absolución, y al finalizar, pueden comulgar.
2-CRISMACIÓN es necesario para los protestantes denominados históricos, incluidos anglicanos y luteranos. Después de la confesión, la renuncia a los errores de su fe anterior y la oración de absolución, se lleva a cabo el rito de la unción con crisma, y luego la comunión.
3- BAUTISMO para los no bautizados y también para testigos de Jehová, mormones, adventistas y neopentecostales. También para aquellos protestantes que, durante su bautismo, solo recibieron una inmersión o no fueron rociados con agua bendita.
En cualquier caso es imprescindible y obligatorio, pasar por una entrevista personal con el párroco, periodo de catequesis e instrucción en la ortodoxia y asistencia habitual a la Divina Liturgia y/u otros oficios de la parroquia.
